Una posible causa de los “terremotos estelares” es la tensión resultante de la torsión de los campos magnéticos excepcionalmente fuertes de las estrellas. Esto es especialmente cierto en el caso de los magnetares.
El equipo de científicos llegó a estas conclusiones tras analizar el tiempo y la energía de la emisión de casi 7.000 pulsos procedentes de tres fuentes FRB diferentes. Aplicaron el mismo método para estudiar la correlación tiempo-energía de los terremotos (con datos de Japón) y las erupciones solares (con registros de la Misión Solar Internacional Hinode), y luego compararon los resultados de los tres fenómenos.
Los astrónomos obtuvieron cifras que confirmaban una sorprendente similitud entre los datos de las FRB y los terremotos, pero una clara diferencia entre las FRB y las erupciones solares.
Esta teoría puede parecer poco realista al principio, ya que sugiere que las estrellas de neutrones deberían tener una corteza sólida. Pero justo el año pasado, la hipótesis de la corteza se vio respaldada por observaciones de magnetar en rayos X. En otras palabras, una teoría encajaba perfectamente con la otra, como dos piezas de un rompecabezas.
Esta teoría requerirá más investigación. Y como las FRB se producen con regularidad y muy a menudo, a los científicos no les faltarán datos que estudiar.
